Cada dia más las redes sociales se saturan de comentarios, se comparten experiencias, los blogs cada vez tienen más seguidores, los smartphones se venden como churros, el youtube, el vimeo, todo, cada vez es más visitado, más seguido, más visionado... pero cuando paras un rato contigo mismo, puedes sentir que en realidad estamos solos, los que amamos las montañas lo percibimos muy claramente, cuando te "escapas a monte" se hace patente, estás solo y no hay interferencias, no hay distracción posible que te saque de tu soledad, de tu "yo" profundo.
En casa, en el coche, en el curro, todo gira entorno a compartir tus experiencias a través del medio digital; el otro día comentaban que no teníamos tiempo para actualizar nuestra vida virtual después de un dia normal de trabajo. Vamos, que parece que hay que mantener una doble vida... y eso que casi me es imposible mantener la de "verdad" como para hacerme cargo de otra... cuando eres más chaval y el tiempo se mide diferente, echábamos mano de los amigos y compartíamos nuestra vida muy a menudo. Nos divertíamos más.
Ahora no tenemos tiempo para casi nada, hacemos lo que podemos casi siempre solos y después lo compartimos para no perder ese vínculo de amistad... pero ahora ya no llamas a fulanito o menganito, NO, ahora lo compartimos con 234 amigos del facebook y ven nuestros retazos de vida que acabamos de publicar para sentirnos más cerca de ellos... pero realmente creo que cada vez estamos más lejos los unos de los otros. Con esta reflexión de sofá, no tengo ninguna intención de menospreciar las nuevas tecnologías ni las ventajas que nos ofrecen, pero si de poner de manifiesto que hay cosas que no se deben perder, que hay que esforzarse para sacar un hueco y mantener el roce, que como bien dice el refrán "el roce hace el cariño" aunque a veces también salen pelotillas...
En casa, en el coche, en el curro, todo gira entorno a compartir tus experiencias a través del medio digital; el otro día comentaban que no teníamos tiempo para actualizar nuestra vida virtual después de un dia normal de trabajo. Vamos, que parece que hay que mantener una doble vida... y eso que casi me es imposible mantener la de "verdad" como para hacerme cargo de otra... cuando eres más chaval y el tiempo se mide diferente, echábamos mano de los amigos y compartíamos nuestra vida muy a menudo. Nos divertíamos más.
Ahora no tenemos tiempo para casi nada, hacemos lo que podemos casi siempre solos y después lo compartimos para no perder ese vínculo de amistad... pero ahora ya no llamas a fulanito o menganito, NO, ahora lo compartimos con 234 amigos del facebook y ven nuestros retazos de vida que acabamos de publicar para sentirnos más cerca de ellos... pero realmente creo que cada vez estamos más lejos los unos de los otros. Con esta reflexión de sofá, no tengo ninguna intención de menospreciar las nuevas tecnologías ni las ventajas que nos ofrecen, pero si de poner de manifiesto que hay cosas que no se deben perder, que hay que esforzarse para sacar un hueco y mantener el roce, que como bien dice el refrán "el roce hace el cariño" aunque a veces también salen pelotillas...
Desde la laguna de peñalara al atardecer. Septiembre de 2011 |
Que gran verdad, nos intentan vender que lo importante es el "yo" virtual, donde además damos una imagen idílica de nosotros mismos, pero al final cada vez tenemos más amigos de Facebusianos y menos de carne y hueso, es muy cansino y tampoco aporta tanto.
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