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1996 Mt. Blanc con todo a la espalda... Fernan, yo, Gema, Alberto, Silvia y Jorge. |
Este es un post para los amigos y la familia, justo antes de mis 40 años, acabo de terminar la formación de Técnico Deportivo en la especialidad de escalada. En especial a Silvia y a mis hijos que han "aguantado" toda la logística y más, para hacerlo posible. A mis dos hermanos por hacer la cobertura en la empresa y a mis padres por entender todo este "giro" en mi vida profesional.
Un buen amigo me dijo una vez que las montañas para mi
significaban mucho, pero que el binomio montaña-amistad era lo que realmente me
motivaba al 100%, cada dia que pasa, estoy más de acuerdo con él. Según
realizaba el curso me he dado cuenta que de cada uno de mis amigos, con los que
he compartido esas aventuras, me ha aportado algo que me ha servido en el
desarrollo del curso. Teniendo en cuenta que que soy un escalador que no
destaco por nada en especial, estos recursos han sido los que me han permitido manejarme
con más o menos soltura, desenvolviéndome razonablemente bien en cualquiera de las
disciplinas que hemos tocado...
Todo empezó con Silvia porque cuando la conocí a
primeros de los años 90, fue el punto de inflexión donde mi ocio “nocivo” de fin de semana paso a ser un ocio “activo” en la montaña y como si de un tetris se tratara
coincidimos 4 piezas de un puzzle que fue el inicio de una gran amistad:
Alberto, Jorge, Fernan y yo pronto empezamos a imaginar aventuras en verano y
en invierno, alucinábamos como tantos otros, con el “al
filo de lo imposible” y de manera autodidacta, comenzamos a escalar…
Alberto siempre ha sido un competidor nato, en las
carreras populares, en los triatlones, en el plafón, escalando
desplomes, me ha hecho esforzarme para mejorar dia a dia. Como siempre le he
llevado por delante me ha enseñado a no querer adelantar cuando no se puede,
cuando los que te rodean están a un nivel superior; chupa-rueda, aprende y
espera tu oportunidad, que siempre llega.
Con Jorge a mantener la calma en
cualquier situación, aunque no estés en forma, siempre es más importante tu
“coco” que tu cuerpo, a controlar en momentos críticos… y eso es oro; tanto en
las paredes, como en los exámenes.
Fernan siempre fue potencia pura, decisión y
coraje. Siendo tú mismo se llega a cualquier parte y se puede estar en
cualquier sitio. Cuando hay que jugársela, hay que
echarle dos huevos y punto.
Creo que fui el que más pasta echó en ese "cemento"que nos unió, con la ilusión
de conocer y explorar todas aquellas montañas que leíamos en los libros de los
grandes...
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LIBRO MÍTICO DE R. MESSNER
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Pronto empezamos a subir al
pirineo y quedar con Jesús, con él aprendimos a
gozar de los pirineos, de las crestas, de la nieve, del hielo, de las
jabalinadas, conocer todos esos valles y ver que detrás de un tresmil siempre
viene otro...
Con Xosé nos unió la gran
aventura de viajar al Mt.Kenya y a partir de entonces hemos compartido mil y
una aventuras, Xosé funciona bien en cualquier terreno y aprendes viéndole
escalar, sereno y seguro, gracias por meternos caña con la colocación del material, el orden en las reuniones, las chambonadas…
Paco, el profe,
porque ha sido el que nos introdujo en la escalada deportiva (el lado oscuro de
las chapas) con él he aprendido que escalar séptimo grado es más actitud que una aptitud, e hizo ganar confianza en nuestras posibilidades, en los desplomes,
en la zulú, en la oeste del naranjo, por varearnos cuando nos agarramos a las
chapas…
Manuel,
porque es incansable, inagotable y siempre tiene algún proyecto donde me tendré
que batir el cobre...
Pablo, seguramente
de no haber hecho buenas migas con él en el CIM no hubiera hecho todo el TD2 de
escalada, querer es poder y seguramente en el futuro podamos compartir proyectos profesionales.
A todos los compañeros del curso;
Pedro, Oli, Rafa, Juanjo, Jesús, Nacho, Paio, Varo... gracias por compartir cuerda,
esquemas, desayunos y salidas, ha hecho que todo fuera más fácil.
En definitiva, gracias a todos vosotros y a lo
que hemos pasado juntos, he conseguido hacer realidad un sueño más.
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El Tozal en Ordesa.
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