La cresta de llosás era nuestro objetivo. Después de una suculenta cena con raclette y vino del pais en benasque el viernes por la noche, el sábado nos costó empezar la jornada... la mochila con todo el material de rapel y de vivac, se nos hizo más pesada de lo normal.
La cresta de llosás la habían hecho el año pasado Alberto y Jes´su y nosotros no habíamos podido venir, así que nos juntamos Fernando, Jorge y yo el viernes para subir y si era posible bajar por la cresta de cregüeña, así completar una integral muy chula en un finde express.
LLevamos unas cuerdas cortadas a 40 metros para el famoso rapel de esta cresta y llegamos clavaditos hasta el suelo, el resto de la cresta no nos hizo falta asegurarlo en ningún momento. Es bastante atlética, pero con mucho canto. La mochila pesa y es bastante larga. La idea era conseguir dormir pasado el Aneto, para proseguir el domingo por la cresta de cregüeña, pero cuando llegamos a la cumbre del Aneto los tres coincidimos en quedarnos allí y disfrutar del atardecer y del vivac.
Recuerdo llegar muy cansado a la cumbre y con ganas de tumbarme, la anterior vez en la cresta de salenques llegué con mejor forma física. Risas y una puesta se sol impresionante. Por la mañana bajamos por la via de los descalzos y por el collado de vallibierna, dejamos pendiente para otra vez la cresta de cregüeña.
El viento o el mal tiempo habían hecho volar a la cruz del Aneto unos cuantos metros. Iniciamos la búsqueda por la mañana y la pusimos de nuevo en s sitio con unas buenas piedras como soporte.
Con esta ascensión hacen cuatro veces las que he pisado la cumbre del Aneto y todas subiendo por diferentes ascensiones, dos con vivac y con crestas muy chulas. En el futuro me gustaría unir la línea principal de crestas y realizar una superintegral con un par de vivacs...