El tercer día amaneció nevando, pero según asomó el lorenzo se disipó la nevada y clareó de lo lindo.
El Sona se hizo el remolón y dió descanso a sus maltrechos pies. Nosotros cuatro (Xosé+Jorge y Jesús y yo) nos fuimos a por la clásica del valle, La Patrick.
El primer largo lo encabezamos Jorge y yo, cada uno en su cordada. Un largo con zonas tiesitas y de unos 50 metros hasta la reunión arriba en la derecha sobre 2 parabolts.
Yo lo comencé muy animado, pero en el primer trecho tieso, tuve algunos problemas con los Nomic sin dragoneras... y casi se me cae uno de ellos. Momentos francamente, pero llegamos a la reunión!
El hielo estaba algo estalladizo y costaba meter los tornillos, pero poco a poco fuimos avanzando.
Jorge comenzando el primer largo de la Patrick.
Jorge colocando tornillo en el primer largo de la Patrick.
Para finalizar su largo, le quedaba unos pasos "tontos" sobre un cortina quebradiza, hacia la derecha donde se encontraba la reunión. Como siempre, el Yioryio tiró de sangre fria y se lo curró como un master... ¡deschapando algún tornillo que le molestaba a su paso!
Después hay un segundo y tercer largo de transición con pequeños resaltes para llegar a la zona superior de la Patrick. En la foto Jorge resolviendo el tercer largo.
Arriba Xosé y Jorge se fueron a por la candella de la Patrick (5) y nosotros por la clásica: un 4 que hay que hacer, de 60 metros...
En la foto Jesús metiendo tornillo en la clásica de la Patrick.
La misma toma pero desde el ángulo de Jorge... se aprecia un poco mejor los 80º mantenidos.
Xosé escalando en la candella de la patrick, con alguna sección de coliflores difíciles de proteger.
Desde nuestro ángulo, la candella de la patrick imponía. Xosé terminando el largo de 50 metros.
Arriba en la reunión de Xosé se encontraron con el mismo demonio, con los cuernos blancos...
El yioryio se curró la candela de lujo y yo hice lo propio con mi tirada, una pena que no nos subiésemos las cámaras para habernos cruzado alguna foto...
El rapel de la candella volaba bastante y con cuidado de no darle a las lanzas de hielo...
Después del rapel se baja andando hasta la base de la cascada y con un poco de boting-esquí llegamos al camino de vuelta al coche, donde nos esperaba Sona.
Algunos se tiraban por las esquinas como escarabajos peloteros y casi no podían volver a ponerse en pie....
Fotito guapa del Sona al trineo tirado por un percherón que daba una vuelta por el valle a los turist.
Para reponer fuerzas, una gran perola de espaguetis cocinados por el cheff Xosé al estilo "Malamadre".
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