jueves, 2 de octubre de 2008

Conversación y reflexiones con un amigo sobre el equipamiento

He pedido la colaboración de varios amigos para esta sección, pero son más perros que niebla… así que os comento algunas conversaciones que he tenido con alguien a quien respeto mucho; Xosé Otero, escalador alpino, recio y deportivo a la vez. Afincado en Huesca. Discutiendo el otro dia por teléfono acerca del tema de los paraboles y de las aperturas, los dos coincidimos en que en la pedri hay que regular el tema, pero él me hizo unas reflexiones muy interesantes:

¿por qué no equipar una fisura que está cosida a clavos porque el aperturista los utilizó para poder subir en artifo, con un par de paraboles, que al final será menos agresivo que seguir renovando los clavos con más frecuencia? Posiblemente esa fisura actualmente se escale en libre, se pueda hacer con algunos micros y no estaría demás dejar algún seguro fijo, como hizo el aperturista (pero mejor un parabol que 3 clavos seguidos…).
Yo me quedo pensativo y al final le digo que creo que lleva razón…

Existen reuniones en vias clásicas (galayos, ordesa, midi, etc.) que están plagadas de clavos o a veces buriles oxidados… ¿no es mejor dejar un parabol sin argolla para que nadie confunda que es una reunión para rapelar, que renovar cada cierto tiempo los clavos, con el deterioro que supone para la roca? Al fin y al cabo, es renovar 3 seguros fijos por uno solo y quien quiera podrá reforzarlo con algun micro o fisurero que son menos dañiños “ecológicamente hablando” (creo que existe algun ejemplo de esto en ordesa: via rabada al gallinero, se ha colocado algun parabol de metrica 8 ó 10 en alguna reunión).

En este punto me lo pienso más y le contesto que creo que lleva razón, pero que evidentemente encontrarte paraboles en estas zonas de aventura, le quitarían mucho compromiso… perdería parte de la sensación de estos lugares… no sé si sería mejor dejarlo como está,  porque aún son sitios donde acuden pocos escaladores y la renovación de clavos es muy paulatina, poco a poco se van cambiando por los pocos que van pasando por estas vías, etc, etc. 
Pero, ¿qué criterio es mejor para todos? 


Esta noche he recibido las siguientes reflexiones de Xosé que me parecen muy interesantes sobre todos estos temas:


Reflexiones en general:

  1. En a mayor parte de los sitios las regulaciones no son necesarias y cuando se hacen suelen ser contraproducentes. En general las regulaciones no las hacen los escaladores y si participan siempre lo hacen desde un plano neutro, sin poder de influencia real; por lo que hay otros intereses turísticos, hiperconservacionistas o, peor aún, privados o políticos, de olor fuerte y a nada bueno. La montaña es libertad, tambien para equipar, siempre que se conozca la zona, su historia y su forma de equipamiento y se respete dentro de unos parámetros aceptables. La libertad no es saltarnos el derecho consuetudinario de múltiples escaladores a lo largo del tiempo, si no puedes abrir desde abajo donde se lleva haciendo así décadas vete a otra zona que se pueda equipar desde arriba. Por esta razón, en algunas zonas de características particulares como la Pedriza se debería hacer alguna regulación, por estar cercana a una gran ciudad y ser un paraje de excepcional belleza, por tener gran afluencia de escaladores, donde conviven vías clásicas con zonas deportivas y con bastante importacia en la historia de la escalada en España.
  2. Tenemos que respetar más a los aperturistas y equipadores, se dejan la piel en la faena, normalmente sin ningún reconocimiento y, aunque a veces se equivoquen, debemos agradecer su creatividad y sus horas de trabajo. También tendemos a creer que las zonas de escalada nos pertenecen; el egoismo del escalador no se diferencia del de los que andan a dos patas, algunos/as habituales trepas de una zona se consideran dueños de las paredes por abrir, se creen con la potestad de crear una via como consideren pero si alguien se mete en su terreno le critican o, peor aun, le desmontan el trabajo. Intentemos respetarnos porque, aunque seamos muy máquinas, siempre hay alguien más fuerte, con más experiencia o, simplemente, con más creatividad. 
  3. En las zonas deportivas debería primar la seguridad, un vuelo tiene que ser habitual porque probamos vias que están por encima de nuestro grado y  por eso evolucionamos. Una caida en condiciones normales no debe suponer nunca que nos hagamos daño, aunque a veces las chapas alejen lo necesario para considerarse un buen equipamiento. 
  4. En zonas clásicas creo que puede haber dos tipos de vias: las consideradas escaladas placer y lasclásicas: 
    En las vias clásicas el aperturista ha hecho un trabajo que debemos mantener, pero eso no significa que la vía no se actualice con el tiempo y en este caso cada vía tiene unas características y hay que verlas en conjunto a la hora de reequiparla. En principio una actualización suele ser cambiar buril o spit (cuando están en muy mal estado) por parabolt y clavo por clavo, sin embargo hay vias en las que no es necesario meter tantos parabolts como buriles había, ni tantos clavos, porque ahora se hace en libre lo que antes era artificial. También hay fisuras llenas de clavos que en la actualidad se podrian hacer con microfriends y otras tan deterioradas que podrian sustituirse 6 clavos por 2 o 3 parabolts, en estos casos me pregunto que deteriora más, ademas estas vías suelen ser muy repetidas, pues igual es interesante no meter y sacar más clavos y poner algún parabolt, véase como están las fisurillas del 6º largo de la Cainejo en el Naranjo, (la verdad es que es un largo interesante para hacer en artifo pero se nota mucho el uso continuo de los clavos y para hacerlo en libre hay que clavar antes). En fin, a la hora de reequipar cada vía tiene una historia y unas características por lo que es necesario establecer un consenso entre la comunidad de escaladores y el aperturista, normalmente impera el sentido común en estos reequipamientos establecidos por consenso, fijaos en el estupendo trabajo realizado en las vías del Naranjo. 
    Las llamadas escaladas placer son también vias interesantes, preciosas en muchos casos porque, normalmente, se han equipado desde arriba buscando la verticalidad o la belleza del itinerario, por esta razón suelen ser las más repetidas, y además porque tienen mucho menos compromiso. Estas vias equipadas o semiequipadas son una realidad y tambien debemos respetarlas, antes o después aparecen en casi todas las zonas clásicas, a veces incluso valoradas en medio de clásicas simplemente porque su grado no es apto para la mayor parte del público. Siempre que se respete el sentido de la aventura de una zona de escalada creo que también tenemos que respetar la apertura de este tipo de vias, porque además son una realidad indiscutible y no van a dejar de existir ni proliferar por mucho que las critiquemos, y nos permiten pasar en libre por zonas por las que nunca pasaríamos la mayoría, véanse muchas de las preciosas vias de Vilanova de Meiá. Y dicho esto, tambien creo que el equipamiento en estas vías debe ser acertado, utizando los menos parabots posibles dentro de un margen de seguridad y, pudiendo ser, dejando sin seguros fijos las fisuras y zonas de las roca que se puedan proteger bien con friends y fisureros.

Reflexiones sobre la pedri
  
Lo dicho antes vale para la Pedri , excepto en el caso de que le demos más libertad al equipador y que pasemos de las regulaciones.
  1.  Creo que en la Pedriza se necesita una regulación de las aperturas y de los equipamientos por las razones que he señalado antes. Esta regulación, desde mi punto de vista, tiene un elemento clave que no es otro que el entendimiento entre escaladores. Tengo la sensación de que el problema de algunas zonas como la pedri es que hay muchos gallos en el gallinero, muchos prejuicios, muchos egoismos o envidias y muchos coflictos enquistados. Lo mejor seria dejar fuera de esa regulación a los gallos, pero eso parece difícil así que hay que darles algo tan simple y evidente que ninguno se pueda negar. 
  2. Personalmente creo que el respeto por la naturaleza es fundamental, también en el tema de la escalada. La pedri es un lugar que merece mucha más consideración de la que los escaladores le damos, la vemos como un lugar para apretar y es mucho más, pero también por historia es ya una gran zona de escalada, con alrededor de 2.000 vias... ¿Para que abrir más vias? Se puede llegar a un consenso en cuanto a reequipamiento, creo que eso es posible poniéndose de acuerdo al aperturista, por lo demás yo prohibiria abrir o equipar más vias, creo que ya se han hecho los deberes en una zona como la Pedriza. Sin embargo, también podemos tener algo de cintura y permitir algún equipamiento siempre que se haga un proyecto y se presente la idea de abrir alguna clásica que pueda ser interesante o de equipar algún risco que merezca la pena y aporte vias interesantes para la deportiva. Para esto tendría que haber un  comité que lo examine (compuesto por federación, parque y escaladores), claro que si la constitución de algo así se puede convertir en un monstruo político o puede crear más tensiones entre escaladores… mejor prohibir y punto.

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