La verdad es que llevaba toda la semana ansioso por hacer la prueba y quitármela de enmedio, como cuando llevas tiempo preparando una gran pared y ya has tomado la decisión de ir a hacerla, quieres que ocurra cuanto antes...
Los números me gustan, el sábado 24 de abril mi padre cumplía 65 años, mi hijo Iván 3.
Esta es la 33 Maratón de Madrid, 33+3=36 son los años que yo tengo en mi primera maratón y el 36 al fin y al cabo es un 93 visto en un espejo, que es la edad de mi abuela Macrina, a la que brindo este prueba.
Primero mostrar el agradecimiento a todos los que de una u otra manera me han ayudado a prepararme, a entrenar, a arreglarme alguna lesión, a darme ánimos, a sufrir, a disfrutar y a superarme:
Joaquín Enphorma, Piwi, Sergio Urrutia, David Moss, etc.A todos los que me han apoyado durante la prueba, a la familia:
Silvi, Erik, Ivan, Mamá, Papá, Gus, Cris, Hugo, Jorge, Alberto, Celia, Fernando.En especial a Felipe Paredes que me ha llevado "literalmente" desde la media maratón y que entró conmigo en la meta, gracias también al seguimiento que Jorge me hizo durante toda la prueba (las fotos son suyas).
Una salida de más de 15.000 personas, unas 4.000 para hacer la carrera de 10Kms. y unas 11.000 para el Maratón de Madrid. La afición es impresionante y el ambiente por lo visto es único, ningún maratón llena una ciudad con casi un millón de personas en la calle animando... por eso aunque me habían recomendado hacer mi primera maratón en otra ciudad, quería hacerla aquí y porque el respaldo de la familia y los amigos no tiene precio...
La primera mitad del maratón lo corrí sólo, mateniendo un ritmo suave para poder llegar con chicha al final, así que la estrategia era hacer la primera media en 1:40 y la segunda en 1:50, así entraría en unas 3:30. Felipe me esperaba en la Media, antes había visto a Silvi con los enanos y mi madre en Cuatro caminos y a mi hermano Gus en Sol. Jorge se me fue apareciendo por diferentes sitios del maratón y ese tramo lo disfruté mucho, incluso animando.
Con Felipe era cuestión de mantener la cabeza fria y seguirle. La casa de campo se acusa pero salimos bastante enteros de ella. En la foto estamos cruzando el puente del Calderón e incluso Jorge nos hizo un poco de video, más o menos por el Km34, todavía íba bastante bien. Fue a partir del Km36-37 donde las cuestas, el calor, el cansancio hacen mella de verdad y gracias al empuje de Felipe y de todos los recuerdos de mi gente en mi cabecita los que me ayudaron a no parar, a seguir, a marcarme como meta el ver de nuevo a la familia en atocha y después en Alcalá. Sin querer, pero con todos los sentimientos a flor de piel por el esfuerzo, se me saltaron las lágrimas al cruzar la meta. Gracias a todos!
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