Aprovechando las vacaciones familiares en el valle de Quirós en Asturias, nos escapamos una tarde para escalar a la sombra en el sector Escambellado en la escuela del valle. Quedamos con Mikel y un amigo suyo para hacer 2 cordadas.
Para "calentar" nos metimos en una de las clásicas de este sector, la Andrómeda, una placa de gotas de agua con una entrada dura. Albertito se la merendó sin muchos problemas, pero a mi me costo algún acero que otro...
Albertito apretando en la Andrómeda y Mikel detrás haciendo lo propio en otra vía antes de meternos las 2 cordadas en la Amarilla, una vía de 3 largos de corte clásico pero reequipada.
El primer largo de la amarilla me tocó a mi, un largo que entra por una fisura ancha y después hace travesía a derechas hasta una reunión después de un arbol. Alberto hizo el segundo largo en travesía ascendente a derechas con algún clavo entre los parabolts.
LLegó Mikel a la primera reunión que compartimos como buenos amigos.... le está sentando bien vivir por estas tierras, cada vez se parece más a un oso asturiano....
Para terminar queda el largo más espectacular de la vía y mantenido. Está totalmente reequipado aunque alejan un poco los seguros. Me tocó a mi y tuve que reposar en alguna chapa... se nota que llevamos un tiempito sin trepar y que comer tanto no es bueno.
Mala suerte que la cámara se quedó sin pila y no pudimos hacer nada más que esta última foto a Mikel cuando venía de primero a la tercera reunión, desde donde montamos un rapel con las 2 cuerdas simples y en 60 metros llegamos al suelo. Mikel está justo al final del largo donde está el pasito más delicado de la via. Después fuimos a hacer la Candela, otra clásica de las vias deportivas de aquí; Alberto la encadenó y yo recuperé el material en polea porque teníamos que llegar a Gijón a cenar con la familia y llegábamos tarde... y llegamos tarde, pero eso ya es otra película y da más miedo que toda las trepadas que hicimos en esta escuela...
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