Aneto por collado de Vallibierna

Después del viaje a africa, en septiembre decidimos ir a hacer la Salenques-Tempestades al Aneto, pero el mal tiempo nos hecho para atrás y decidimos hacer una ascensión rápida por Vallibierna.

El dia cada vez se fue tornando más cerrado, con niebla y con algo de ventisca por arriba. Menos mal que Jesús tenía reciente la ascensión por esta zona y se orientó perfectamente, sino hubiera sido imposible llegar arriba y dificil la bajada...

Subimos con poco material: un par de piolets para los 4, sin crampones y una cuerda de 30 metros, pero nos valió para pasar por el glaciar, subir hasta el paso de mahoma, montar un pasa manos y llegar a la cumbre.

Cumbre y rapidito para abajo a recuperar calorías. Ramón, que llevaba botas de treking casi pierde un pie por el frio... unas risas en el coche y de vuelta a los madriles.

Cara Sur y Este del Naranjo de Bulnes.

La primera vez que fuimos al Naranjo fue en el año 1999, justo antes de nuestra gran aventura en África (Kenya + Kilimanjaro). Recuerdo que fue un finde rápido y un poco enfurruñado... Salimos el viernes demasiado tarde de Alcobendas los cuatro de la foto y César, que había escalado apenas un par de veces en la tortuga de la pedriza.

Dormimos cerca del coche el viernes y subimos no demasiado temprano el sábado hasta el refugio. Habíamos reservado y dejamos todo menos el material de escalada para ir a la cara sur y subir a la cumbre de esta imponente mole. De la cara oeste del Naranjo no he encontrado ni una foto... nos imponía demasiado para pensar que alguna vez consiguiésemos escalarla.

Hicimos dos cordadas y conseguimos nuestro objetivo principal: la cumbre. Bajamos de nuevo al refugio y alucinamos con la cena que nos sirvieron. Llenamos el buche y nos fuimos a dormir para descansar ya que el domingo pretendíamos hacer la Cepeda en la cara este y volver a casa...

Intentamos la Cepeda hasta las terrazas donde está la línea de rápeles que decidimos utilizar porque eran cerca de las 15h. y teníamos que llegar a Madrid. Rapelamos, descendimos hasta el coche y vuelta hasta casa, creo que llegamos cerca de las 2 de la madrugada, cansados pero contentos. Nos creíamos alpinistas.

Petit Vignemale. Via de los seracs

Primer intento al GAUBE. Lo cierto es que nuestra intención era hacer el famoso corredor, pero las condiciones y el sentido común hicieron que nos decantásemos por la via de los Seracs al Petit Vignemale. El viaje memorable de los del pequeño "micromachine" el peugeot 107 de Jorge que tantas palizas le metimos en aquellos años a los pirineos.

La primera vez que subes a la cara norte del vignemale en Invierno alucinas, para nosotros es una de las zonas más salvajes de los pirineos y el ambiente es severo, impresionante.

después de preguntar en el refu a unos vascos y de enterarnos que las condiciones no eran las mejores para el Gaube, decidimos ir a la via de los Seracs del Petit Vignemale. Allí disfrutamos de una escalada mucho más sencilla pero con su ambientecillo.

Tanto nos animamos después de los seracs que tiramos de frente, sin encordarnos, hasta la cresta y al llegar allí y no verlo claro para continuar, decidimos dar la vuelta y seguir la traza que había en dirección a la cumbre del Petit.

Así que improvisamos un rapel desde un bloque y retomamos la traza original que no debíamos haber perdido... mejor camino conocido que atajo por descubrir...

Finalmente hicimos cumbre y bajamos por la normal hasta el refugio. Contentos pero con la mente puesta en volver y hacer el GAUBE avandonamos este lugar mágico, el macizo del vignemale que nos vería volver unas cuantas veces más hasta lograr el más famoso de los corredores del pirineo.