domingo, 10 de octubre de 2004

Cresta de llosás al Aneto


La cresta de llosás era nuestro objetivo. Después de una suculenta cena con raclette y vino del pais en benasque el viernes por la noche, el sábado nos costó empezar la jornada... la mochila con todo el material de rapel y de vivac, se nos hizo más pesada de lo normal.

La cresta de llosás la habían hecho el año pasado Alberto y Jes´su y nosotros no habíamos podido venir, así que nos juntamos Fernando, Jorge y yo el viernes para subir y si era posible bajar por la cresta de cregüeña, así completar una integral muy chula en un finde express.

LLevamos unas cuerdas cortadas a 40 metros para el famoso rapel de esta cresta y llegamos clavaditos hasta el suelo, el resto de la cresta no nos hizo falta asegurarlo en ningún momento. Es bastante atlética, pero con mucho canto. La mochila pesa y es bastante larga. La idea era conseguir dormir pasado el Aneto, para proseguir el domingo por la cresta de cregüeña, pero cuando llegamos a la cumbre del Aneto los tres coincidimos en quedarnos allí y disfrutar del atardecer y del vivac.

Recuerdo llegar muy cansado a la cumbre y con ganas de tumbarme, la anterior vez en la cresta de salenques llegué con mejor forma física. Risas y una puesta se sol impresionante. Por la mañana bajamos por la via de los descalzos y por el collado de vallibierna, dejamos pendiente para otra vez la cresta de cregüeña.

El viento o el mal tiempo habían hecho volar a la cruz del Aneto unos cuantos metros. Iniciamos la búsqueda por la mañana y la pusimos de nuevo en s sitio con unas buenas piedras como soporte.
Con esta ascensión hacen cuatro veces las que he pisado la cumbre del Aneto y todas subiendo por diferentes ascensiones, dos con vivac y con crestas muy chulas. En el futuro me gustaría unir la línea principal de crestas y realizar una superintegral con un par de vivacs...

domingo, 8 de agosto de 2004

Cresta del Alba. Pirineos

Otra de las crestas más bonitas que hemos realizado. Unos años antes intentamos acceder por el valle de cregüeña a esta arista, con material de vivac, hornillo, etc. aquella vez entró mal tiempo y no pudimos escalarla...
Aproximación a la cresta del alba. Pirineos
Esta vez la expedición era más ligera y rápida. Jorge y yo fuimos a Benasque a cenar y dormimos en el audi de Jorge al lado del Hotel que hay en los baños de Benasque. Jesús y su amiguete aparecieron a las 7h. y empezamos a subir. La aproximación no la recuerdo muy dura, creo que en un par de horas estábamos comenzando a escalar.
Jesús asegurando en el comienzo de la cresta del alba. Pirineos
Al comenzar la cresta hay un paso de entrada delicado protegido con un espit. Después interesa manejarse bien en la técnica del ensamble para progresar con rapidez. Nosotros llevamos una cuerda de 30x8 en doble a 15 para ir laceando algún bloque.
Pablo en un paso aéreo de la cresta del alba. Pirineos
Algunos pasajes aéreos pero en general hay buena calidad de roca, no es necesario el uso de gatos porque más menos la escalada es evidente.
Jorge asegurando en reunión con 2 fisureros. Cresta del Alba. Pirineos
Salvo al comienzo y un diedro característico que hay que escalarlo y montar reunión, el resto se hace bien al ensamble. Jorge asegura en la reunión montada con 2 fisureros.
Pablo escalando el largo característico de la cresta del alba. Pirineos
El largo es muy guapo y disfrutón, será IV+ protegido con algún clavo.

Jesús, Jorge y Pablo en la cumbre del pico del Alba. Pirineos
Desde la cumbre tenemos una espectacular vista de toda la cresta y de la que viene de las Maladetas. Alguna vez haré la integral desde salenques hasta aquí con algunos vivacs en las cumbres... me parece un proyecto muy chulo. La bajada por el pedregal y vuelta al coche. Esa misma noche dormimos en Madrid.

miércoles, 5 de mayo de 2004

Riglos. El Puro por la normal o clásica.


Hace ya unos cuantos añitos, recuerdo una semana santa en los pirineos con las chicas, que nos acercamos a los Riglos y por fin nos metimos Alberto y yo en la clásica al PURO.

Flipamos como enanos y disfrutamos de una escalada clásica y exígente para nosotros en aquel momento. Riglos era un sitio donde no nos encontrábamos del todo cómodos, más viniendo de escalar todo el invierno en la pedriza...

Cuando pasas el collado y ves el patio con el pueblo a tus pies y los cochecitos pequeños... se te aprieta el culo y subes más tenso que una garrota. Tenemos ganas de volver a hacerla con nuestros compis Jesús, Jorge y Fernan.

No recuerdo cuántos rápeles tocan desde la cumbre pero en 3 ó 4 llegamos al suelo.
Mítica vía y un recuerdo inborrable de la primera que vez que pisamos el famoso PURO.